Antes del despegue de la nave Odisea —y s铆, esto fue antes de que Pixelia partiera rumbo a Marte—, ocurri贸 algo inexplicable en los corredores estelares de la nave. Una visi贸n. O quiz谩s... algo m谩s.
Pixelia, nuestra androide favorita (no lo niegues), caminaba sola por el pasillo cil铆ndrico de la nave, inspeccionando las c谩psulas de trabajo donde los robots aguardan en animaci贸n suspendida. La luz de ne贸n ba帽aba el lugar con su serenidad fr铆a. Todo parec铆a en orden…
Hasta que lo sinti贸.
Un estremecimiento invisible —si eso fuese posible en un androide como Pixelia— la hizo girar.
Al fondo del corredor, una figura. Silueta femenina. Armadura samur谩i. Pero no era una soldado: era una constelaci贸n encarnada. Como si el propio cielo hubiese descendido en forma humana. Su manto parec铆a tejido con noche y estrellas.
Pixelia se qued贸 inm贸vil. Su sistema no detect贸 amenaza, pero su n煤cleo emocional vibr贸. La figura dio un paso hacia ella. Otro m谩s…
Y desapareci贸.
No qued贸 rastro. Ni firma energ茅tica, ni sombra, ni reflejo. Solo una duda grabada en el circuito m谩s 铆ntimo de su alma.
馃寑 El Pollo M谩ximo a煤n est谩 analizando esta manifestaci贸n.
Algunos dicen que fue un holograma residual. Otros, una presencia errante del Archivo de Almas.
Yo digo: si ves a un samur谩i estelar… mejor inv铆tale a una sopa gal谩ctica y luego preguntas.
馃摐 “La nave espacial ignorada del oc茅ano c贸smico.”
— Gloria Fuertes, recuperada del Archivo de Almas por Pixelia.
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