🐔⏳ El Pollo que retrocedió en el tiempo
Ciencia seria, cachondeo cósmico y una gallina mirando a Marte.
Dicen los científicos de bata blanca que lograron que una partícula retroceda en el tiempo dentro de una computadora cuántica. Muy bien, aplausos 👏, pero yo lo vi antes en la granja: una gallina que, tras poner un huevo, se levantó, se sacudió las plumas… y el huevo volvió para adentro. Eso sí que fue entropía negativa, y sin superconductores.
Lo llaman la “flecha del tiempo”. Yo lo llamo la flecha del pollo, porque siempre apunta hacia el comedero. Ahora resulta que en un 85% de los casos el electrón regresó a su sitio. ¿Y el otro 15%? Seguro se fue de parranda con los protones, que son más fiesteros.
En la Odisea, Pixelia miraba los gráficos cuánticos y suspiraba:
Pixelia: “El universo se puede convencer de retroceder… aunque sea un segundo.”
Y desde el gallinero estelar, el Pollo Supremo respondió:
Pollo Supremo: “Pues dile al universo que me devuelva las tres borracheras, los dos matrimonios y las seis hipotecas, que yo también quiero un reset.”
Porque sí, Comandante, se puede hacer que una partícula vuelva atrás. Pero lo que nadie se atreve a preguntar es: ¿qué pasa si un pollo lo consigue?
Quizás el verdadero peligro no es que inventen la máquina del tiempo… sino que un gallo con bigote y espuela consiga retroceder hasta tu cena y comerse a sí mismo antes de que tú lo frías.
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