El otro día enredando en las estadísticas de un medio de comunicación sobre las 100 páginas Web más visitadas de España, descubrí una de ellas bastante interesante que se llama Neurona, anteriormente la había visto antes, pero nunca le había prestado suficiente atención. La cosa es que ese día ocupe algo de mi tiempo en registrarme, rellenar formularios y darme de alta en el sitio.
Básicamente quería investigar aquello, saber si podía serme útil. La idea del programa es muy interesante, puede interconectar y relacionar personas a nivel mundial como si se tratara de neuronas de un gigantesco cerebro, que es la red de redes.
El caso es que a cualquier persona, le será muy fácil desde ese momento encontrarte y contactar contigo, “o no”. Tan sólo ha de conocer algún dato que te relacione y si estas registrado, el sistema te localizará por tu profesión, empresa, estudios, edad, raza, color y un sinfín de, etc.
Dada la afición que uno pueda tenerle al anonimato, aún no se si la idea me gusta, “o no.” He podido comprobar que todos los datos proporcionados quedan registrados en la web.
En mi caso no me preocupa tanto como al Pollo el asunto de la identidad, permanecer oculto en el anonimato es a día de hoy, un asunto realmente complicado. El ser humano del siglo XXI no parece tener derecho a tal y para lógralo se necesita de una identidad supuesta o simplemente no existir.
Es casi seguro que si alguna vez has utilizado el ordenador, facilitado datos para entrar en un concurso, rellenado una inscripción, dado de alta un servicio o simplemente tienes una tarjeta de crédito. ¡Ya Estas Fichado!. Desde ese mismo instante cualquier investigador o periodista que se precie, si quiere y dispone de medios, tardará muy poco tiempo en conocer muchas cosas sobre ti.
¿Con que fin? “Uhmmm, no se que pensar sobre eso, pero me parece sospechoso”
El caso es que si superas ese pequeño inconveniente y optas por pensar que te puede ir bien para conocer gente nueva, interesarte por nuevos negocios o comunidades profesionales en tu propio interés, acabas por despreocuparte y piensas, bueno, vale ¿y que?..., “ahí esta el invento”, lo voy a probar y veremos como me lo puedo guisar.
P.D. Por otra parte mi amigo El Pollo me comenta que prefiere mantener su anonimato para sus descabelladas investigaciones, el es un superhéroe de prestigio mundial y ni siquiera los más avezados hombres vestidos de negro conocen aún su identidad. ¿o si?. ¡Que miedo!
2 comentarios:
Se puede guardar algo de intimidad, pero anonimato ni hablar. Lo saben todo de nosotros, nos vigilan, cuidado con las neuras.
Tanta conexión podría sobrecargar mis neuronas.
Saludos.
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